sábado, 22 de diciembre de 2012

"Lo bello y lo triste", de Yasunari Kawabata.



“Lo bello y lo triste”, de Yasunari Kawabata.
                              
Oki Toshio es un famoso escritor que se encuentra ya en la cincuentena y decide viajar a Kioto en soledad para escuchar las campanadas de nochevieja  en un templo de la ciudad. Su anhelo no es otro que encontrarse con Otoko, su amante veinte años atrás cuando ella era tan solo una adolescente y él era un hombre ya casado. La relación que ambos compartieron y que produjo de fruto un embarazo con triste final, fue plasmada por Oki en su primer libro y el de mayor éxito, “Una chica de dieciséis”, con lo cual la relación amorosa continúa sin ser eliminada en la vida de ninguno de los dos.

En la actualidad, Oki es una renombrada pintora, que vive con su discípula Keiko, una hermosa joven veinteañera ciertamente impulsiva y con una personalidad compleja que da inicio al complicado triángulo amoroso que nutre las páginas del libro.


En este libro encontramos descripciones apasionadas de los más bellos paisajes y momentos contados con exquisitez, con la maestría del primer premio Nóbel de Literatura que nació en el país del sol naciente; nos sorprende con una pequeña dosis de erotismo en las páginas y también encontraremos personalidades complejas que son diseccionadas por el autor a través de unos hechos que llegan a resultar un tanto desconcertantes, y que al final del relato a mí me dejó una sensación no esperada ni deseada de desasosiego.

Es un libro que, en definitiva, tiene un argumento clásico de trágico triángulo amoroso, contada con los recursos de un grande que no tiene ninguna intención de que sea una lectura ni confortable ni complaciente con el lector, en el que está presente el inolvidable amor, la pérdida del mismo, la autodestrucción, la locura, la venganza, la belleza y la tristeza. He de decir también que, en mi opinión, es un libro que agradará a un porcentaje no muy alto de lectores...

Mentor de Yukio Mishima,  realmente no encuentro grandes paralelismos entre la forma de escribir de los dos escritores más allá de lo chocantes que resulten para nuestra cultura las costumbres niponas, al menos hasta adentrarme en otras obras de Kawabata.

Termino con unas líneas del libro:

"El tiempo pasó. Pero el tiempo se divide en muchas corrientes. Como en un río, hay una corriente central rápida en algunos sectores y lenta, hasta inmóvil, en otros. El tiempo cósmico es igual para todos, pero el tiempo humano difiere con cada persona. El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos; pero todo ser humano flota de distintas maneras en el tiempo."