Si hubiésemos de definir el
carácter de la protagonista del libro que vamos a visitar hoy, Carlota, probablemente
usaríamos palabras como fuerte, independiente, eficaz… Tras esa apariencia de inquebrantable fortaleza se esconden, sin embargo, muchos años de sufrimiento. El día que
recibe la llamada de Julia, para comunicarle que su padre (el padre de ambas) enfermo desea verla
después de muchos años sin tener contacto con él, Carlota no tiene más remedio
que enfrentarse a ese pasado, y comenzará un viaje en el que sus recuerdos
comienzan a encajar, aunque tomando formas diferentes a las que tenían hasta el
momento.
Con la llamada de Julia, la prestigiosa
juez Carlota entra en contacto con la familia “legítima” de su padre, el
insigne empresario Clemente Balmaseda, y con ello consigue la posibilidad de obtener
respuestas a unas preguntas que llevan mucho tiempo haciéndole daño, y que ella
misma se plantea que tal vez sea mejor dejar sin responder. También en este
viaje veremos cómo flirtean rencores, culpas y perdones, y cómo cada uno de los
personajes evoluciona en dicho aspecto,
llegando a aliviar la mayoría de ellos el peso que conllevan.
El encuentro con una familia a la
que tiene en poca estima, al igual que sucede en dirección inversa, estará
lleno de dificultades y de sinsabores, que se mezclarán con la relación que mantiene
con su hermanastra Julia (una relación que las enriquecerá y que hará que ambas puedan conocerse
mejor a sí mismas), y que hará que la balanza se equilibre.
Con este libro la escritora
madrileña Paloma Sánchez-Garnica recibió el Premio de Novela Fernando Lara de
2016, habiéndose presentado al certamen bajo el seudónimo de Jorge Maura. Es el
merecido premio a una trayectoria que nos ha dejado novelas tan entrañables
como “Las tres heridas” o “La sonata del silencio” (esta última ocupará
probablemente algunas páginas en periódicos dada la inmediatez del estreno de
la serie de TV homónima y basada en la novela).
Prescindiendo casi en su totalidad
de las descripciones y la ambientación propias de la novela histórica
utilizadas en sus anteriores obras, en esta ocasión Paloma nos regala un libro
emotivo, tal y como desprende su estilo habitualmente, pero a mi modo de ver un
tanto más intimista. La evolución de Carlota y los demás personajes es digna de
mención, y en toda la novela está presente un sentido común que hace que el
lector se tome sus pausas para pensar en lo que está leyendo.
Y es que la empatía que emana de la
narración es una constante: el ponerse en el sitio de la otra persona ante su
modo de actuar (o lo que nosotros apreciamos) antes de juzgarla es sin duda una
de las más destacables enseñanzas que se desprende de estas páginas. Además, el
ya mencionado sentido común está presente en una forma de presentar hechos
graves que están en boca de todo el mundo en la actualidad (como lo es la
violencia de género) y es presentada con sinceridad y buen hacer, cosa por otra
parte que es habitual en los libros de Sánchez-Garnica. Por otro lado, el perdón es casi un personaje de la novela, tanto el que las personas experimentan entre ellas como el que (éste resulta un poco más complicado incluso de conseguir) han de vivir hacia sí mismas.
Una (en mi opinión)
excelente labor de investigación unido al buen criterio utilizado a lo largo
del libro, convierten a “Mi recuerdo es más fuerte que tu olvido” en un paso
adelante en la carrera literaria de la autora, de la que sin duda leeré cada
obra que publique, y probablemente consiga con ello una mezcla de
entretenimiento, emotividad y reflexión de la que sacar provecho.
Desde el inicio sentí (al igual que con otros textos de Paloma) una inmediata familiaridad, una comodidad con la forma en la que es contada la historia (independientemente de lo que cuente la historia). Sé que la mayoría de los lectores que ya conocen a esta autora tienen un sentimiento similar; si, por el contrario, eres de los que no la conoces, no dejes de hacerlo. Me atrevo a aventurar que te sumarás al grupo de seguidores del que formo parte.
Desde el inicio sentí (al igual que con otros textos de Paloma) una inmediata familiaridad, una comodidad con la forma en la que es contada la historia (independientemente de lo que cuente la historia). Sé que la mayoría de los lectores que ya conocen a esta autora tienen un sentimiento similar; si, por el contrario, eres de los que no la conoces, no dejes de hacerlo. Me atrevo a aventurar que te sumarás al grupo de seguidores del que formo parte.