miércoles, 9 de enero de 2013

La generación perdida



La generación perdida.

Probablemente una de las generaciones de escritores más brillante que ha dado la literatura universal fue definida por Gertrude Stein como “La generación perdida”, nombre que divulgó Ernest Hemingway en su obra “Fiesta” y que llegó a establecerse como definitivo.

Se refería a una serie de excelentes escritores de nacionalidad estadounidense que se establecieron en Europa tras la Primera Guerra Mundial, principalmente en la ciudad de París. Se suelen mencionar como los miembros más emblemáticos de la generación a nada más y nada menos que Ernest Hemingway, Francis Scott Fitzgerald, John Dos Passos, John Steinbeck y William Faulkner.


Todos ellos vivieron de alguna manera el horror bélico en la Gran Guerra, lo que supuso el primero de los condicionantes comunes en su temática. 

Hijos del país más próspero del mundo, asistieron desde la distancia al desmoronamiento de la economía estadounidense durante los años veinte, lo que se transformó en otro de los pilares estilísticos, convertido en el profundo pesimismo que predominó en las obras de todos ellos. Se trataba de un pesimismo ácido, inconformista, empeñado en describir el contraste del sueño americano a través de personajes engullidos por el mismo, gente sumida en la miseria y obligada a emigrar, gente desengañada y gente engañada, personas llevadas a situaciones límite.

Además, el haber convivido con autores europeos como Joyce los animó a adoptar un ánimo evasivo con los moldes literarios establecidos, lo que llegaron a conseguir por caminos diferentes, siendo señaladas dos obras como los modelos de literatura rupturista: 


“Manhattan Transfer”, de John Dos Passos, en la que multitud de personajes y sus cortas historias (la multitud solitaria que decía el autor) convierten a la propia ciudad de Nueva York en protagonista del libro y “El ruido y la furia”, de William Faulkner, en el que es usado una especie de rompecabezas contado por cuatro personajes diferentes. El estilo narrativo de estas dos obras ha sido repetidamente utilizado como modelo  por  grandes escritores del siglo XX.

Los horrores de la guerra, el lujo y decadencia de los felices años veinte, el racismo y la exclusión social, la depresión económica y sus efectos sobre los más débiles fueron temas comunes y que dieron obras tan notables como “Adiós a las armas”, “Las uvas de la ira”, “El gran Gatsby”, las anteriormente mencionadas “Manhattan Transfer” y “El ruido y la furia” y muchas más ofrecidas por una generación nacida para cambiar y mejorar la literatura.